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lunes, 23 de marzo de 2009

Diario de Bob Page (I)

22/06/1928

Tras los últimos episodios vividos en Klausemburg, por fin disfrutamos de un poco de merecida paz. ¿Paz? Bueno, es un decir. Quizás el hecho de que nuestras vidas no corren un peligro inmediato sea lo más parecido que conozcamos a la paz. ¿Volveremos a disfrutar de la tranquilidad que nos regalaba la vida antes de conocer las abominaciones puestas en nuestro camino por lo que en un principio parecía una investigación corriente? Ojalá nunca hubiéramos ido a aquella ruinosa mansión en Boston. Ojalá no hubiera aceptado nunca el trabajo de la señora Lemond. Pero ahora es demasiado tarde para echarse atrás, sabemos demasiado como para no hacer nada. ¿Qué habrá sido de Harvey durante este tiempo? No sé por qué, pero presiento que esto no va a terminar bien.

Cuando salimos de Drovosna, aterrados por las inexplicables y blasfemas experiencias allí vividas, nos dirigimos a Klausenburg y tuvimos que arriesgarnos a pasar la noche allí ya que a esas horas no había posibilidad de utilizar ningún transporte. Agotados por no haber pegado ojo durante la noche, por la mañana compramos algunos víveres y nos dirigimos en coche a Bucarest, donde cogeríamos un tren hacia París. Es en el trayecto hacia la capital francesa donde escribo estas líneas, mientras Hollis y Dusany trabajan en los documentos que... requisamos. Nikolai, el guía que nos acompañó en nuestra incursión al castillo, ha decidido abandonar su aldea y ayudarnos en nuestra malhallada investigación-¿cómo podía quedarse ahí después de lo que vió y de los delitos que cometimos?-.

Aún nos quedan muchos días para llegar a nuestro destino. Yo, un sencillo detective privado, no puedo hacer mucho para intentar adivinar las intenciones de Hauptman y La Hermandad de la Bestia, y la inmensa mayoría del trabajo recae en Hollis y Dusany. Paso a relatar las averiguaciones hechas por ellos hasta ahora.

El libro que Dusany encontró en el estudio del castillo de Hauptman, titulado "La Hermandad de la Bestia" nos ha proporcionado una información valiosa sobre la que construir nuestro trabajo posterior. Tardó poco más de dos horas en leer el libro y traducirlo por encima, y estaba algo pálido cuando nos lo contó.

Parece ser que la Hermandad fue fundada por dos hombres, el barón Hauptman de entonces y Lang-Fu, en el siglo XII que se conocieron en China cuando estudiaban Arqueología. Parece ser que el tal Lang-Fu era el líder de un culto de una especie de secta conocida como Los Profundos en el sur de China. Hauptman cuenta que Lang-Fu le mostró a su antepasado un fragmento de un libro llamado "Al Azif", que según él le había traído un ser oscuro y alado que procedía de una ciudad enterrada bajo la arena de Arabia. El fragmento hablaba de una profecía hecha por un sacerdote egipcio llamado Noriferus (copio esto del texto en latín con el que ha trabajado Dusany). Vincent dice que el texto es algo vago en detalles y, además, difícil de traducir para su nivel de Latín, pero parece que Hauptman está trabajando para que la profecía de Noriferus se cumpla. El volumen menciona también una destrucción inimaginable y caos mundial. Sin conocer los detalles, no parece que las intenciones de Hauptman sean buenas.

Si hace sólo unos meses me hubieran contado una historia así, hubiera tachado al narrador de loco. Pero ahora nada me extraña. Todo, las locuras más retorcidas, las aberraciones más indescriptibles, las criaturas más blasfemas, me parecen susceptibles no sólo de ser pensadas, sino de existir. Por eso tampoco me extrañó, poco después, que nosotros pudiéramos tener un fragmento del delirante aquel imposible libro, el "Al Azif".

Resulta que Dusany también encontró algo cuanto menos curioso en los cajones del escritorio del estudio del barón. Se trataba de una cajita de nácar, de diseño oriental, de unos 25 por 40 centímetros. Pronto nos dimos cuenta de que era una especie de rompecabezas consistente en una serie de paneles deslizantes que debían manipularse en un orden determinado para acceder al interior. Mientras los dos eruditos escarbaban en los documentos, David, Nikolai y yo intentamos resolver el puzle. Entre los tres tardamos apenas unas horas en abrirlo trabajando en equipo: Nikolai y yo buscábamos la combinación de movimientos adecuada y David anotaba y dibujaba las combinaciones ya hechas. Finalmente, la caja abrió sus cierres con un chasquido y nos reveló su interior.

Se trataba de un trozo de pergamino. No necesitábamos la ayuda de Hollis para saber que era antiquísimo. Nos decepcionamos al ver que estaba escrito en unos caracteres indescifrables, posíblemente árabe. Entonces se nos ocurrió de golpe una hipótesis bastante probable: ¿pertenecía este fragmento al libro que mencionaba el antepasado de Hauptman, "Al Azif"? ¿era este un pedazo del blasfemo ejemplar que le fue entregado a Lang-Fu por un monstruo alado? ¿mencionaba ese arrugado y podrido trozo de piel los detalles de la profecía? Si era así, debemos conservar y proteger el fragmento a toda costa, ya que puede proporcionarnos detalles sobre los planes de la Hermandad. Consultamos a Hollis, y aunque no pudo traducirlo, dijo que estaba seguro de que, por las formas de la caligrafía, se trataba de árabe medieval, concretamente de principios de la Baja Edad Media. Si es así, coincidiría con el periodo en el que el antepasado de Hauptman y Lang-Fu se conocieron y, seguramente, con el periodo en que Lang-Fu recibió el maldito libro.

Hablando de Hollis. El profesor está trabajando en el árbol genealógico que encontramos dentro del libro de la Hermandad de la Bestia. Parece decepcionado porque no ha conseguido averiguar mucho, aunque ha dado con un dato importantísimo: la última rama del árbol, la que se encuentra más abajo, llega hasta la actualidad. No nos ha revelado más datos, pues sigue trabajando en ello y escribiendo anotaciones. Nos ha asegurado que mañana nos dará el resto de detalles. No hemos discutido, estamos todos agotados.

Es muy tarde, voy a dejar de escribir. Hasta ahora todos hemos tenido pesadillas, todas las noches. David es el que peor lo lleva. Todas las noches se despierta gritando y llorando. Apenas logra conciliar el sueño un par de horas antes de que las pesadillas le asalten. Estoy preocupado por el chico.

8 comentarios:

  1. "Dicirme", amigos, porque a lo mejor es cosa de mi pantalla, pero yo leo de puta madre las letras en gris sobre el fondo rojo. Me parecía que poniéndolas en blanco podían cansar un poco, pero si no las leéis bien, pues a blanco que van.

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  2. En gris está perfecto, por que a lo mejor si las cambias a blanco va a ser demasiado estresante para los ojos sobre el fondo rojo y negro

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  3. Locuelo me estoy quedando (dice David)
    Veremos a ver como acabo despues de varias partidas más, o una de dos, cuando vea bichos me parecera lo más normal del mundo, o terminare colgado un dia de estos, por que no aguantaba más.

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  4. Si mueres por stress psicológico o por suicidio si kieres puedes seguir en la partida, te invoco con mis superpoderes de parapsicologo y listo jejejeje. Miedo me está dando mi claustrofobia que a la larga irá en aumento con tanta tensión...

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  5. Si eso ocurriera, me cambiaria el nombre por el de Casper.

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  6. Mejor "Caspar" como le llamaban en la versión latina, la verdad es que eran bastante "Casposos" los jodios dibujos (ja-ja-ja-ja, es humor, de venta en farmacias)

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  7. A ver, el resto, comentadme algo, para ver si lo habéis leído. Is important, muthafuckas

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  8. Está interesante el punto en el que nos hemos quedado, que ganas de volver otra vez al mundo de Cthulhu!

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